Puede resultar extraño el hecho de que una marca de alimentación haga uso de marketing olfativo cuando, realmente el propio alimento ya lleva su propio aroma, ¿verdad?
“CAFETIZADOS”
Dunkin Donut’s se dedica a vender donuts y café, pero lo cierto es que, siempre ha sido más reconocido por los propios donuts y, la marca quería llevar más allá sus cafés. Qué mejor manera que introduciendolo en la mente de la gente sin que ellos mismos lo supieran para crear la necesidad de consumirlo.
Los aromas tienen la capacidad de hipnotizarnos, creando este planteamiento de si lo que estamos oliendo lo queremos de verdad o es simplemente curiosidad, pero de una forma u otra, nos llaman la atención. Recalcando el hecho de que el olor del café ya es fuerte e intenso de por sí, dejando huella por donde pasa y despertando todos los instintos de su alrededor.
Y, ¿EL DUNKIN MÉTODO?
Si contamos que Dunkin incrementó sus ventas un 30% después de realizar esta acción de marketing olfativo, ¿cómo te quedas?. La marca colocó ambientadores en autobuses de la ciudad que desprendía el aroma de sus cafés cada rato, de esta forma, todo aquel que entraba y salía de este transporte tan transitado por sus ciudadanos, se quedaba con el aroma y creaba la necesidad de consumir aquello que sentían.
El truco está, en que al bajar de este autobús, en las paradas había carteles de la marca mostrando su café, relacionando directamente el aroma que habían presenciado todo el trayecto con una imagen visual que respondía a su gran pregunta, ¿qué es ese olor?. La respuesta, café de Dunkin Donut’s.
Por ello, el lugar a donde se dirigen estas personas al salir de bus era a los puntos de venta de la marca, entrando en sus establecimientos y consumiendo sus productos, gracias al marketing olfativo.