AL ESTRENAR UN COCHE NUEVO IDENTIFICAMOS UN AROMA ESPECÍFICO QUE NOS PROVOCA FELICIDAD Y DESPIERTA NUESTRAS EMOCIONES,
¿SABES EL POR QUÉ?
LA EUFORIA DE ESTRENAR
Cuando compramos un coche, sentimos una mezcla de olores que nos hacen reconocer qué es nuevo, ahí es donde empieza nuestra experiencia con el vehículo, creando euforia y felicidad en nosotros con el ansia de estrenarlo y disfrutarlo al máximo. La experiencia sensorial es una forma de comunicar del propio coche en este caso, que nos quiere lanzar el mensaje sobre su estado, tanto en cuanto a su limpieza y cuidado como a sus aspectos más técnicos.
Es cierto que la mayoría de olores que desprende un coche provienen de sus materiales, el plástico, metal, etc. Pero los fabricantes añaden aromas para conquistar a sus clientes de forma más especial, conquistandonos a través del olfato para que nos resulte más agradable, aromas que aportan frescura y aspiren confianza.
LA PUERTA A NUEVAS AVENTURAS
Este aroma “a nuevo” es temporal, ya que, a medida que el coche va siendo usado adapta la esencia de cada persona, haciendo el vehículo totalmente suyo. Podríamos decir que es una puerta hacía nuevas aventuras que se va desvaneciendo con el paso del tiempo, ya que con el uso que se le da desaparece, al abrir las ventas en medio de la carretera estas partículas se escapan y se acaba dispersando por el aire.
La realidad es que no existe un olor específico, el aroma que tanto caracteriza a un coche nuevo es el conjunto de todo lo que el vehículo contiene, creando esta esencia junto con lo que los fabricantes añaden. Por ello, aunque lo lavemos muchas veces nunca conseguiremos volver a sentir esa sensación en un coche que ya ha sido estrenado.
¿HABLAMOS DE CONCESIONARIOS?
El marketing olfativo está muy presente en el negocio de los coches ya que afecta de forma notable en las ventas, mejorando la percepción del público sobre los productos y sus características. En un concesionario de coches no solo es importante el trato del personal o la existencia de descuentos, es vital crear una conexión del cliente con el vehículo, ya que comprar un coche no es como quien se compra una camisa, tiene un valor mucho más grande y debe existir ese vínculo emocional.
El aroma cambia nuestra forma de ver las cosas y percibirlas, influyendo en nuestro proceso de compra y en el momento de la decisión, de forma involuntaria nos conquistan con el sentido del olfato. Recalcando la competitividad que existe en este sector donde las marcas luchan por ser las mejores en un mercado con tanto nivel.